Uno es guitarrista de flamenco, el otro es el acordeonista aventurero de Zakouska y The Summer Rebelion. Maël Goldwaser y Arthur Bacon se entregan al ejercicio del dúo con toda la reactividad y la delicadeza que se necesita. Sus composiciones convocan el cante jondo del flamenco y el acordeón musette de Gus Viseur para discutir sobre el sentido de la marcha. Partida de Ping Pong infinita en la que se hacen las únicas preguntas que nos importan: ¿Dónde está la línea? ¿Quién nos está mirando? ¿Cómo alejarse sin perderse? Y ¿Por qué el flamenco?
A través de improvisaciones de un extraño pudor, el dúo nos lleva al punto de ruptura donde tradición y modernidad se entrelazan.